En un gobierno que ha perdido el rumbo en algunos campos, en el importantísimo frente externo se ve dirección y sensatez. El país se ha alineado con Occidente, demostrando que existe una política exterior coherente, lejos de la actitud inhibida, alejada de las grandes cuestiones planetarias, que nos caracterizó en el siglo XX.
Dar clic en la imagen para leer completoImagen: El Palacio de Najas, sede de la Cancillería
ecuatoriana,foto de Diario El Universo
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