Un mago ilusionista es lo contrario de un predicador religioso o de un político en campaña, que pretenden que creamos en lo que no vemos. Todos quienes concurrimos a una exhibición de esta índole, lo hacemos a sabiendas de que vamos a ser “engañados”. Ver un espectáculo de magia es un llamado a la humildad, que nos recuerda que nuestros sentidos son herramientas limitadas para conocer el universo.
Dar clic en la imagen para leer completoImagen: Siegfried Tieber, foto de Diario
El Universo.
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