La expansión de China, potencia imperial, no se limita solamente al contexto geográfico en el que se inserta este gigante, dentro del cual se dispone a establecer un dominio sin contestación, sin reparar mucho en los medios. Por fuerza de las circunstancias políticas, en esta época en la que todo el planeta está relacionado, debe crear canales que le permitan ejercer su poder en cualquier parte y en todos los ámbitos. En los tratos con el imperio, ningún país puede olvidar que el coloso tiene intereses que van más allá de los buenos negocios.

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Imagen: El emperador Qin Shi Huang, copia 
coreana de un retrato chino de C. 1600

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