Las pasiones pueden perseguir objetos buenos o malos, pero por su efecto siempre son peligrosas, el apasionado frustrado puede caer en toda clase de excesos y errores por sublime que sea el objeto codiciado. Son afectos fuertes, cuando decimos que alguien está “apasionado por”, entendemos que está dispuesto a hacer esfuerzos inusuales para conseguir el objeto de su pasión. Tienen algún grado de irracionalidad, no necesitan una explicación razonada e informada y provocan en el sujeto apasionado emociones, como la alegría y la ira, que surgirán según la realización o frustración que obtenga de sus afanes.
Para leer completo dar clic en la imagenImagen: Alegoría de las pasiones, oleo sobre tabla, del Maestro de Alcira, (¿Comunidad Valenciana, primera mitad del siglo XVI?) A todos mis amigos y lectores les invito a suscribirse a Diario El Universo para acceder a todos los contenidos: https://www.eluniverso.com/suscripciones/
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