A pesar de disponer de bellos árboles que se llenan de abundantes flores, los ecuatorianos no somos amantes de estos vegetales. Nuestras ciudades son espacios grises de cemento y asfalto. Sin embargo, ya hay localidades que intentan aprovechar de este recurso. En cada zona del Ecuador se pueden hacer similares emprendimientos, porque en todas ellas prosperan especies de árboles que pueden ser utilizadas para llenar de alegría sus parajes. Las ciudades de la Sierra ganarían mucho con esta práctica, pero las de la Costa y la Amazonía, privilegiadas por el clima, pueden convertirse en paraísos.
Para leer completo dar clic en la imagenImagen: Arupo y jacarandá, foto del autor. A todos mis amigos y lectores les invito a suscribirse a Diario El Universo para mantener este gran esfuerzo editorial: https://www.eluniverso.com/suscripciones/
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