En la genética de los Estados imperiales está la intención de establecer un imperio universal. La experiencia histórica demuestra que no es posible detenerlos haciendo pequeñas concesiones. China ha abierto varios frentes de conquista, dando prioridad al dominio de los mares del Pacífico oriental a los que pretende rodear por todos los costados. El control de Taiwán es fundamental en este propósito, por eso ha sometido a esta isla, que es un Estado de derecho, a un sistemático acoso diplomático. Se equivocan quienes creen que Pekín se contentará con esta pequeña presa.
Para leer completo dar clic en la imagenImagen: Barcos chinos, pintura de George Chinnery (1774, Londres; 1852, Macao). Royal Museums Greenwich. A todos mis amigos y lectores les invito a suscribirse a Diario El Universo para mantener este gran esfuerzo editorial: https://www.eluniverso.com/suscripciones/
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