Una admiración tortuosa se reaviva con la muerte de este bardo americano. Tipo y arquetipo de la segunda mitad del siglo XX, con una formación lujosa y estampa impresionante, tuvo inicios propicios como actor de cine. La memoria rescata algunas películas determinantes. Dimos con él por caminos literarios, pero la maldición de nuestra generación estuvo a punto de perderlo. Su talento musical, fiel compañero, lo rescató para llegar a ser una figura de la música country, un género que aquí se acepta con reticencias. Infaltable en el fondo musical de una época irrepetible, nos hará falta.
Para leer completo dar clic en la imagenImagen: Kris Kristofferson, fotografía de Marya Ellen Mark (Filadelfia, 1940– Nueva York, 2015). A todos mis amigos y lectores les invito a suscribirse a Diario El Universo para mantener este gran esfuerzo editorial: https://www.eluniverso.com/suscripciones/
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