El inmueble en el que se cometió un crimen atroz se convierte en el escenario de decenas de libros y películas que desarrollan historias de fantasmas y demonios. Y es que el horror vende. Este género juega con las creencia en entes y fuerzas paranormales que tiene una enorme parte de la población en todos los países del mundo. No importa la religión que practiquen tales creyentes, porque incluso constituyen un significativo porcentaje de los agnósticos y ateos.
Para leer completo dar clic en la imagenImagen: 112 de Ocean Avenue (Amityville), la casa del horror; foto de Seulatr A todos mis amigos y lectores les invito a suscribirse a Diario El Universo para mantener este gran esfuerzo editorial: https://www.eluniverso.com/suscripciones/
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