Migrar es una manifestación básica del derecho a la libertad. Sin embargo en la actualidad no puede extenderse indiscriminadamente sin poner en juego toda la estructura del humanismo occidental. Los actuales flujos migratorios son alentados por tiranuelos del Tercer Mundo, que exportan «gente» para que remesen divisas, y por los estados de bienestar desarrollados, que tienen que suplir su déficit de natalidad para mantener sus sistemas «solidarios»
Para leer completo dar clic en la imagenImagen: Vista de Quito, imagen impresa
de autor desconocido (c. 1850)
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