La revisión de viejas publicaciones nos muestra noticias muy actuales. Esto no es coincidencia, sino muestra de un país paralizado que se empeña en repetir viejos errores. Ecuador sigue dividido en dos regiones, cuyas diferencias geográficas no son tan importantes como las sociológicas y culturales. En raras ocasiones se ha roto esta peligrosa dicotomía. Se evidencia que la presencia de bandas de delincuentes al servicio de políticos es casi tan antigua como la república. Por cierto, hubo épocas en que este flagelo no se manifestó con fuerza, pero allí estuvo, siempre al acecho. Constatar la reiterada tendencia a tomar sendas equivocada es desalentador.

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Imagen: Portadas de las revistas La
Calle (Quito, febrero de 1954 y 
Cocoricó (Guayaquil, julio de 1932)