De nada le sirvió a un joven legislador presentar un certificado de un perito que establecía que padecía de TDAH (Trastorno de atención dispersa e hiperactvidad) y que la inocua actividad que tenía era una manifestación de este síndrome. El CAL sabe más de psicología y lo sancionó. Este episodio demuestra el poco conocimiento que se tiene en el país sobre este problema, que con manejo adecuado permite a quienes lo sufren llevar una vida no sólo normal sino hasta exitosa. De lo contrario, el TDAH se vuelve muy peligroso.
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Imagen: Libro que se transforma en una
mujer desnuda, óleo sobre tela de Salvador
Dalí (Figueras, 1904—1989)

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