El arte de la demolición

Demolición

Se han levantado grandes edificios desde hace milenios, pero recién en el siglo XX se consiguió demoler controladamente construcciones, logrando que los efectos del derrumbe se restrinjan al terreno en que se asentaba la estructura desplomada. Reducir a escombros una edificación es una obra de ingeniería compleja que no requiere menos pericia que hacerla. Volar una catedral puede tardar a un dinamitero unos pocos minutos, pero sus cálculos (quizá esta es la palabra clave, cálculos) no contemplan efectos no queridos y, es muy probable, que partes importantes del templo sobrevivan indeseadamente. La implosión planificada de cualquier obra humana es una operación compleja y racional, esto vale tanto para los rascacielos, como para creaciones no por virtuales menos reales, como una empresa, una institución política, una relación de pareja.