
Cerrada la “herida abierta” del Protocolo de Río de Janeiro, impresiona ver que un asunto, que parecía determinante en la conformación del ser nacional, que para algunos cohesionaba y hasta daba sentido a la ecuatorianidad, se disolvió en semanas y ahora sólo interesa a historiadores eruditos.
Dar clic en la imagen para leer completoImagen: La euménides atormentan a Orestes (detalle), óleo sobre lienzo de William-Adolphe Bouguereau (1825-1905)
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