
La leyenda del contrato social, según la cual el Estado se creó por un libre acuerdo entre los futuros ciudadanos, es bonita y edificante, pero falsa. En el origen de los Estados están las guerras, en las que pueblos más fuertes pero menos desarrollados impusieron tributos y luego gobiernos a comunidades más adelantadas tecnológicamente, pero menos preparadas para la guerra. En la historia ecuatoriana este proceso se advierte de forma muy clara.
Dar clic en la imagen para leer completoImagen: Indígenas transportan el rescate de
Atahualpa, grabado de Johann Theodorus de
Bry (Lieja, ca. 1528 – Fráncfort, 1598)
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