Un teólogo brillante fue nombrado, contra sus deseos, arzobispo. Luego, también sin entusiasmo de su parte, será prefecto para la doctrina. Y finalmente papa, otra vez a regañadientes. Lo que anhelaba era dedicarse al estudio de la teología y la filosofía, disciplinas en las que dejó una estela luminosa, al tiempo que desempeñaba con eficacia alemana las funciones a él encomendadas
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Imagen: El cardenal Joseph Ratzzinger junto
al papa Juan Pablo II, de quien fue amigo y
consejero, una verdadera viga maestra de su
pontificado (Foto InfoVaticana)
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