
Sólo en algunas de sus partes conserva un rescoldo de su belleza que la hiciera famosa. Manchado, descuidado, marchito, está su hermoso rostro. Nunca fue nítida, ni segura, ni culta, pero en la última década ha mostrado una conducta suicida, que amenaza destruir todos sus valores.
Dar clic en la imagen para leer completoImagen: Quito, imagen de Google Maps
Debe estar conectado para enviar un comentario.